Wednesday, May 09, 2007

Las reflexiones de una Fille Putain

Leía a la Fille Putain y me colgué con un pensamiento que ella tuvo.
" ... pero bueno, todo esto era por esta cuestión de que la verdad yo nunca había registrado que lo podía haber mal afectado y hasta hacerlo pasar malos tragos y bretes de todo tipo y color porque nunca pensé seriamente que tenía el poder de hacerlo. como que nunca barajé la posibilidad de que las cosas que yo hacía también lo podían trastornar como algunas que él hacía me trastornaban a mí. siempre pensé que no podía importar menos, que le daba exactamente lo mismo, que nada, no existía."

Tuesday, April 24, 2007

Stand up

¡Cortá con el llantito! Nadie se murió. Los gritos todavía resonaban en sus oídos, aun cuando hacía horas que había abandonado el lugar. En aquel momento se habia sentido desvalido y frágil, un infeliz, frustrado por no obtener lo que quería y culpable por sentirse de tal manera. El castigo era doble. No era lo mismo vagar por el mundo sufriendo la cruz de estar ciego o condenado por una historia infame o una enfermedad incurable, que andar llorando por las ampollas que produce la vida misma.
Pero de pronto, justo en el tiempo que dura un parpadeo, todo cambió. Algo que sentía ausente desde hacía muchos meses volvió a tocar la puerta y reclamó su habitual lugar. Se volvió a hacer amigo de su vida y sus eslabones. No de todos. Era definitivo. Algunos ya no los quería más.
Perdí cantidad, pensó en algún momento. Perdí aquello que no quería, se rectificó después.

Friday, March 16, 2007

FUCK YOU

It's not like you to say sorry. I was waiting on different story.
This time I'm mistaken For handing you a heart worth breakin

Todavía tengo miedo, torero.
Estoy con m. y A en su apartamento. No entiendo muy bien qué hacemos ahí, algo de jeugos o buscamos algo. Mientras espero me siento en la cama que en la vida real es el lugar del sofá. La cama está sin hacer y todavía siento el calor de un cuerpo.
Me recuesto y por la puerta semi abierta veo claraente que se acerca y que a su vez me ve. Da vuelta el rostro como dos veces ya le vi hacer mientras dormía con él. Se va y me doy cuenta que quien se tiene que ir soy yo. Se lo digo a m. que ya encontró lo que buscaba y sale.
Pero cuando saimos, ella y A. pasan caminando muy seguros por un agujero en el piso. Un vacío donde es evidente que antes hubo algo y ahora ya no está. Ese vacío me atrae contra mi voluntad, sólo a mí.
m. y A. siguen de largo sin que su equilibrio se vea amenzado, pero yo me siento arrastrada y le grito a m. "¡Voy a caer! Por favor, no me dejes caer."
Trato de agarrarme de ella, de su brazo.
Hoy no sé qué pasó. La distancia amanece como la respuesta. Ingrata e injusta.
Los gatos caen de pie, pero es evidente que soy perro.
Horas después. La rabia. La puta bronca que nunca apareció cuando debíó hacerlo.
This is already messy, And you don't seem to mind, Ooh don't go telling everybody, And overlook this (supposed) crime

Wednesday, March 14, 2007

En familia

El tránsito en la rambla era bastante liviano, como lo es siempre durante una luminosa mañana de un miércoles cualquiera. La pasajera iba inmersa en sus pensamientos y miraba el mar a través de la ventana abierta, mientras se dejaba acariciar por ese aire suave, cálido y algo salado. De vez en cuando le preguntaba algo al chico flaquito y flaquito que la acompañaba.
Se notaba que no se conocían mucho y que el se estrenaba como fotógrafo. A ella ya la conocía. Varias veces la había llevado, esperado y traído.
El semáforo cambió a verde y el motor del Renault gris metalizado, rugió. El problema en el acelerador persistía y era evidente que el mecánico no había sabido dar con la tecla.
A su lado, otro vehículo del mismo color lo adelantó y cerró bruscamente mientras le tocaba bocina furiosamente. Presto al insulto se detuvo a tiempo cuando por el espejo retrovisor del impertinente Peugeot, se cruzó con la divertida mirada de su primo.

Tuesday, March 13, 2007

Somebody save me ...

22.00
El auto dobló la esquina y algo tirado en la calle, capturó su atención. La identificó de de inmediato. Era una caja pequeña, color salmón, abierta y vacía, que había sido desechada con desprecio por un despreocupado dueño. Unos metros más adelante, tapando la entrada de la enorme boca de tormenta se encontraba la correspondiente bolsa de igual color.
Unas cuantas horas antes y a un par de cuadras de la agitada avenida que desemboca en la rambla, esa misma bolsa con esa misma caja habían estado en sus manos mientras caminaba distraídamente por el parque hacia la parada de taxis. La noche todavía veraniega invitaba a respirar con fuerzas el limpio aire de la noche y a contar las estrellas. Las calles estaban bastante vacías, a pesar de lo temprano de la hora y de la alta concentración de restaurantes de moda.
Apenas se dio cuenta cuando unas manos veloces arrebataron la cartera blanca, la preferida del verano, que colgaba de su brazo izquierdo y que acompasaba rítmicamente el movimiento de una bolsa salmón que en su interior albergaba la consabida atención con que las empresas premiaban la asistencia de los cumplidos invitados a sus presentaciones.
La sorpresa y la violencia fueron tales que no atinó a actuar.
No ya a gritar, sino al menos a reaccionar físicamente. El grito y los insultos, lo sabía eran imposibles, alguna barrera infranqueable impedía que cualquier violencia de su parte atrajeran la atención sobre sí. Pero un movimiento, aun el más tímido, hubiera sido al menos una señal de autodefensa que aplacara la indignación que sobrevendría más tarde.
No supo qué hacer. Documentos, billetera, teléfono, todo ahí dentro.

22.10
Corría y corría y corría. Sentía el latido de su corazón a punto de explotar y sus oídos pulsaban. El aire se le escapaba. Las luces de los autos, del alumbrado público y de los eternos semáforos en rojo, todas las luces de la ciudad vestida para la noche lo hipnotizaban y confundían.
Ignoraba por dónde iba, pero no le importaba. Sus piernas no necesitaban saberlo; se movían por inercia y con una velocidad que siempre le asombraba. Los brazos le pesaban y cuando finalmente se detuvo, estaba frente al mar.
La luz era escasa y a tientas buscó frenéticamente algo que no lograba encontrar. Se exasperó y volcó el contenido íntegro del gran bolso blanco sobre el césped. Unos pocos billetes y un celular mudo que protestaba con titilantes luces de colores fueron el saldo del botín. Rebuscó un poco más y guardó en sus bolsillos un par de objetos al azar. Sólo entonces recordó la bolsa naranja, y mientras cruzaba la calle examinó el contenido que cayó en medio de la calle y fue arrollado por un auto que avanzaba velozmente.

Wednesday, March 07, 2007

Sueños de una noche de verano

Sentada en una mesita para dos, el ruido de las conversaciones a los gritos me aturde un poco. El bar se llama El Tranquilo, pero de tranquilo ya no tiene nada. Antes, tal vez, cuando era punto de encuentro de borrachos consuetudinarios pasados de edad y de frustraciones, pero ahora, con vleitas en las mesas y platos de cocina fusión, el público objetivo es claramente otro.
Estoy sentada con mi amiga, a quien sorpresivamente he visto más de lo esperado. Ella vive en Washington y en estos últimos meses ha venido varias veces al paisito. Ella viene del frío pero se aclimata rapidamente al calor del sur. Y sentadas ahi, charlando me reencuentro con la personita que me hace sentir cómoda. Saca un regalito de su bolso, y ese gesto tan inesperado, me emociona. La verdad es que no tengo ganas de emocionarme, porque los sentimientos me vienen ahogando pero esto es una sensación diferente, de tierna empatía.
Mi amiguita está cenando y yo tomando algo porque tampoco como mucho ahora. Le estoy contando de mi más reciente desventura amorosa y ella escucha atentamente. Me recuerda años antes cuando haciamos lo mismo, pero ambas éramos otras. La noche es cálida y las risas y entusiasmo de quienes nos rodean es palpable.
Pienso que estoy en un lugar, pasándola muy bien y sin embargo, mis pensamientos se me escapan. Me gustaría estar compartiendo ese instante con alguien más. aparto ese pensamiento pero demasiado tarde. Me fastidio entonces y me fastidio ahora que lo vuelvo a pensar.

Tuesday, March 06, 2007

a brand new love...

sí, again, creo que es todo lo que necesito. m.-

ps: flower seguimos esperando ansiosas que subas algo, ni que anduvieras taaaaaaann ocupadilla!

want some coffee?


street art in london

Wild things in captivity


Wild things in captivity, while they keep their own wild purity, won't breed, they mope, they die.

D. H. Lawrence

La foto es del zoo de Buenos Aires. Fue tomada el 8 de febrero, un mes después del nacimiento de los tres cachorritos de tigre de Bengala. Todos felices.
Existen unos 250 en el mundo y no llegan a 300 si se contabilizan los especímenes en cautiverio.
Al parecer, la Naturaleza, fuente de vida y sabia a más no poder, la pifió.
Dado su aspecto, el tigre blanco de Bengala es de las presas más fáciles y está al borde de la extinción.
La paradoja señor Lawrence, es que estos bichos, sólo en cautiverio tienen alguna chance de supervivencia.
BloGalaxia
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